Los viajeros europeos aspiran al descubrimiento del mundo – I Part
Desde muy antíguo los humanos con el fin de ocupar nuevos territorios empezaron a descubrirlos empleando los métodos primitivos y prosiguieron este proceso a través de los siglos. Los astrónomos, geógrafos, cartógrafos, viajeros, investigadores y historiadores haciendo todo lo posible habían realizado las investigaciones con objeto de enterarse de la estructura de la Tierra. Aunque se sabían tres continentes, sus disposiciones aún quedaban desconocidas a los científicos. Pero a pesar de eso ya a. J. C. habían los científicos quienes intentaban a trazar los contornos de la Tierra en el mapa, lo que muestra la antigüedad de la geografía.
Los viajeros, investigadores y científicos son los quienes descubren los territorios desconocidos, pero es un historiador quién graba esos datos en las páginas de história. Al objeto de presentar claramente todos los datos obtenidos a la sociedad los cartógrafos fundaron la cartografía trazando los contornos de los territorios recientemente descubiertos. No es difícil imaginar la dificultad de estos procesos en aquella época.
Los astrónomos determinando las estrellas en el cielo las dibujaban en los mapas astronómicos, los geógrafos, aun fuera de modo impreciso, se ocupaban de la composición de mapas de los terriotorios ya descubiertos y los viajeros se ponían en camino para investigar los regiones desconocidos con la ayuda de estos mapas. En muchos casos los viajeros e investigadores observando nuevas áreas trazaban sus contornos en los mapas elaborados de modo primitivo.
En la Edad Media investigar las regiones interiores de Asia era bastante arduo para los europeos. Porque los territórios que les interesaban a los viajeros y comerciantes se ocupaban por otros países. En efecto los embajadores y comerciantes jugaron un papel importante en la investigación de las regiones interiores de Asia mucho más que los viajeros. Ellos traían las primeras informaciones interesantes sobre los países desconocidos a Europa. Al fin del sigloXVcualquer viajero ya poseía todas las informaciones necesarias sobre los países de Asia antes de ponerse en camino. Los viajes que realizaron los miembros del Orden de los Franciscanos Giovanni da Pian del Carpine y Benedicto Polaco (de Wroclaw) en 1245-1247, el miembro de la Orden Dominicana, el monje André Lanjumon, en 1249, el miembro del Orden de los Franciscanos, flamenco Guiliom (William) Rubruc en 1252-1255, los comerciantes venecianos Niccoló y Maffeo Polo en 1260-1269, Marco Polo en 1271-1295 y Abu Abdullá Muhammad a los países de Asia Oriental, las obras escritas, los materiales obtenidos sobre estos viajes se propagaban en forma de los libros documentales en los países europeos y se consideraban la buena fuente para los que se interesaban en los viajes.
Giovanni da Pian del Carpine(1182-1252)
Guiliom (William) Rubruc(1220-1293)
El arte, la cultura, la ciencia y técnica se habían desarrollado en las ciudades de Península de los Apeninos mucho más que otras regiones. Este desarrollo era tan intenso que provocaba las competencias agudas entre estas ciudades. En Florencia se formaban los maestros del arte, en Génova y Venecia los artesanos de nave y navegadores. En estas ciudades los científicos y viajeros se interesaban en la geografía y astronomía y poco a poco estas ciéncias se estudiaban más profundamente. Ya a finales del siglo XV Venecia había donado al mundo un viajero famoso como Marco Polo, Florencia un astrónomo y geógrafo como Palolo dal Pozzo Toscanelli, Génova los famosos viajeros marinos como Cristóbal Colón y Sebastián Caboto. En primer trimestre del siglo XVI Guiovanni Verrantciano de Florencia con sus descubrimientos marcó su nomrbe en la história.
Aúnque Florencia no fuera una ciudad porteña, forjó para la palestra mundial un astrónomo y cosmógrafo como Américo Vespucio, quien hacía su oficio muy bien.
Guiovanni Verrantciano (1491-1557)
Marco Polo(1254-1324)
Yo siempre pensaba que, ¿cómo podría ser que en un poco tiempo de las ciudades cituadas en la Península de los Apeninos hubieran provenido tantos famosos viajeros marinos como Cristóbal Colón, Guiovanni Caboto, Américo Vespucio, Guiovanni Verrantcian? Hay que aceptar que estas figuras de origen italiana desempeñaron un papel importante en la propagación en gran medida de los descubrimientos geográficos y el descubrimiento de Nuevo Mundo.
Lo interesante es que estos viajeros marinos no navegaron bajo las banderas ni de Venecia ni de Génova cuyas marinas habían desarrollado bastante. Pese a que ellos eran italianos, habían trabajado afuera de la Península de los Apeninos – Cristóbal Colón trabajaba en España, Guiovanni Caboto y Sebastián Coboto en Inglaterra, Américo Vespucio en España y Portugal, Guiovanni Verrantciano en Francia.
Sebastyan Kabot (1477-1557)
Con Kabot (1450-1499)
Surge un extraño paradoja: ¿si en los países atlánticos la escuela marina hubiera tan mal desarrollado que estos países no podrían enviar sus expediciones bajo la dirección de sus compatriotas? No, no es así completamente. En España los graduados de la escuela de Cataluña – Andalucia, los de Sagris, los marineros de Bretan y Marsel en Francia y los de Bristol y Londres en Inglaterra poseían un gran sistema de navigación y casi ya habían investigado todas las costas orientales y de norte del océano Atlántico.
El motivo notable es que estos marineros italianos atravesaron arriesgando el océano Atlántico y llegaron a las tierras trasatlánticas. Ellos se parecían a los fenícios. Así que hay otra razón de todo eso. He llegado a la conclusión de que ellos poseían los documentos secretos, especialmente los mapas sobre la existencia del cuarto continente.
Por eso ellos mostraron sus habilidades en la área de navegación y tuvieron gran éxitos en la historia de los descubrimientos geográficos. 1
Los méritos de los navegadores mencionados arriba influyeron considerablemente al transmitir los conoci-mientos del Nuevo Mundo al Viejo Mundo.
¿Cuál era el factor en la formación de tantas personas famosas? Pues, en Portugal habían bastante famosos navegantes que podrían encabezar las expediciones transatlánticas.
La diferencia entre la Península Ibérica y los Apeninos era lo que los navegantes italianos viajaban a los países orientales del mar Mediterráneo, también hasta Irán, Asia Central y China, pero los portugueses se pusieron a explorar las costas occidentales de África. Los españoles quienes se ocupaban de la Reconquista solamante viajaban a Los Canarios.
Los genoveses y venecianos estaban en competencia aguda por la hegemonía en el Mediterráneo para ampliar sus relaciones, obtenían los mapas varios de los navegantes turcos y árabes prestando atención especial a la cartografía y se ponían a elaborarlos.
En Florencia, Bolonia, Padua y Pizza se crearon los centros de educación cuyos considerables científicos empezaron a investigar las obras científicas de los científicos islámicos famosos en la sociedad musulmana, generalmente en Oriente Cercano. Como la astronomía, matemáticas, geografía y cartografía se desarrollaban a toda velocidad en el Oriente, sus obras siempre llamaban la atención de los científicos del Occidente. Así que los científicos orientales eran los que se enteraron el primero de la existencia del cuarto continente.
Al occidente le interesaba India y sus alrededores que eran abundante en oro, joyas, ruiqueza y especia. Pero las vías terrestres estaban bajo control de los musulmanes, singularmente de los turcos. Así los cristianos europeos que no querían pagar impuestos a los musulmanes tenían que pensar en las vías alternativas. Por esa razón ellos descubrieron el cuarto continente que era desconocido hasta 1492, investigando los varios territorios del Atlántico.
El descubrimiento de la vía occidental a la India se divide en cinco etapas: 1415-1434, 1434-1462, 1470-1475, 1482-1487. La quinta etapa empieza en 1497. 1
(II Part – “Losviajes de Américo Vespucio a los países mediterráneos”)
Traductora Nigar Ibragimova Escritor-investigador Ramiz Deniz
email: ramizdeniz65@gmail.com,
n.tusi.1965@mail.ru
T. Həsənov, Ə. Hacızadə. Coğrafiya tarixi, Bakı Univesitetinin Nəşriyyatı. Milli Virtual Kitabxana. Bakı, 2001 səh. 25
M. Əmrahov. Böyük ipək yolu. Bakı, “Mütərcim”, 2011. səh. 52
